La Inteligencia emocional es uno de los elementos fundamentales dentro de la conducta humana, tanto es así que gran parte de lo que expresamos o hagamos durante el día, estará influenciado o determinado por la misma.
Otro de los aspectos psicológicos que intervienen y modelan la conducta humana es a lo que llamamos la Inteligencia Cognitiva o “IQ”, que se define como la capacidad de aprender, misma que viene dada desde el nacimiento, si bien podemos sumar conocimiento, la capacidad de aprender es constante.
Finalmente, un tercer aspecto que influye en la conducta es la personalidad, y se define como el conjunto de características o el estilo único que posee cada ser humano y que engloba tanto las expresiones externas como las interacciones internas del mismo.
Si bien el “IQ” y la personalidad son entidades estables y que son prácticamente inalterables, ya que vienen dadas por naturaleza, la Inteligencia Emocional es flexible y a través de entrenamiento la misma puede desarrollarse, ampliarse y fortalecerse.
Las emociones han sido siempre el núcleo central en el ámbito empresarial, aunque no siempre se les brinda la debida atención que merecen. Los gerentes que únicamente se enfocan en la estrategia descuidan el hecho de que esta se desarrolla a través de individuos, quienes, dependiendo de cómo sean tratados, rendirán de diversas formas.
Tus habilidades emocionales demuestran la capacidad de mostrar tu interés genuino hacia las personas, y se manifiesta tanto en un líder que se encuentra dentro de una organización, orientando, supervisando, inspirando y motivando a su equipo, como fuera de ella, para establecer conexión con los clientes. Su valor es igualmente importante en todos los ámbitos empresariales, ya que no existe negocio si no logras comprometer a las personas.
Si te desenvuelves en el mundo de los negocios, quieres contar con una capacidad emocional.
Es la capacidad de evaluar la propia vida reconociendo las emociones propias, sensaciones, estados y recursos internos, desde una mirada objetiva y honesta.
Esta se define como la capacidad de conocer y regular nuestras propias emociones, cómo nos afectan, así como identificar el origen de nuestras acciones, sentimientos y pensamientos.
Los beneficios que puedes conseguir:
Durante el transcurso del INNER GAME® estarás trabajando en el auto descubrimiento del universo de posibilidades que están abiertas para ti, y no le has puesto el foco. A partir del primer encuentro experimentarás como se cierra la brecha entre ese punto donde estás y ese donde quieres estar, conectando con nuevas oportunidades de relacionarte contigo mism@.
Este entrenamiento es una labor de trabajo interno profundo hacia la autoconsciencia y a la propia autogestión de tus emociones, donde el hecho mismo de redefinir tu contexto de vida representará tu primer reto. Tendrás un acompañamiento en todo este proceso, y donde podrás compartir con un equipo de apoyo para las actividades relacionadas a la formación de una nueva versión de ti.
El programa está estructurado en tres (3) encuentros presenciales durante aproximadamente cuatro (4) semanas, también trabajaremos con material de lectura, audiovisual y documental, dinámicas de integración, círculo de coaching con Coaches certificados, entre otros.
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